viernes, 10 de abril de 2020

LAS VERDADES A MEDIAS I


LAS VERDADES A MEDIAS

No voy a ser yo el que llame a la desobediencia, pero exijo que sean los médicos, los que están en contacto con el paciente, los que informen y tomen las medidas más adecuadas para armonizar la vida sanitaria, social, familiar y económica.

Está claro que este es un virus de “pacotilla” que se propaga con mucha facilidad y rapidez…como todos los virus, aunque para este no tengamos los mecanismos de defensa individuales “memorizados”.

El confinamiento tiene como finalidad evitar contagios masivos que saturen los hospitales y en consecuencia los medios disponibles, que nunca son ilimitados, algo que olvidamos en el devenir diario y por otra parte que la carga viral que infecte a la personas sea menor con lo cual se facilita el “trabajo” a los mecanismos de defensa personales.

Encontrar el equilibrio es difícil, nadie lo duda, pero es ahí donde debe surgir el dialogo.

A nivel jurídico disponemos del derecho comparado (con otros países del entorno) y por lo tanto existen normas sanitarias comparadas con los mismos  países.

No quiero decir que no se den instrucciones de aislamiento, rígidas pero no confiscatorias.

Pero, en Alemania, Francia, Reino Unido, Suecia, etc. se ha hecho un confinamiento menos radical que en España y los resultados están siendo mejores y, veréis, como acabaran siendo iguales o inferiores en número de muertes  y no habrán “sometido” al ciudadano al sufrimiento y, por qué no, a la esclavitud porque en esos países se respetan los derechos humanos fundamentales individuales y la libertad es el más preciado, mientras que en España “somos de gatillo fácil”: rápidamente llamamos a los de las pistolas para que nos “obliguen” siguiendo fielmente los dictados del Caudillo “los españoles no están preparados para la democracia…ni para la libertad”. Lo fácil es vencer, lo difícil convencer.

Como decía, no quiero llamar a la insumisión, pero si a que escuchemos, SOLAMENTE, a los médicos y que también oigamos lo que opinan los médicos alemanes, ingleses, etc. porque no digo que sean más “listos” pero tampoco más tontos, ni somos la reserva espiritual de Occidente…y en lo que nos “envidian” que es el clima, los españolitos no hemos hecho nada por tenerlo sino que nos lo ha dado la cuna: Menos banderitas y más pensamiento y solidaridad.

En España, a los médicos que les permiten  hablar es a los empesebrados. El Dr. Simón lleva siglos en la “burocracia” con Aznar, Rajoy, Sánchez y sin que eso le reste méritos,  hace los mismos años que no ve un enfermo…y después tenemos a los políticos que saben de todo, hablan de todo y dan recetas para todo, sin haber trabajado nunca y ya no digamos los periodistas.

Están haciendo hincapié en los test diagnósticos que solo tienen  importancia epidemiológica, es decir, para tener más clara la relación entre los infectados, los que pasan la enfermedad con distintos grados de sintomatología y los que mueren. Porque el tratamiento siempre dependerá de la clínica, de la sintomatología y nunca de un test positivo, aparte de los Falsos Negativos.

También falta la comparación con el virus de la gripe simple, de cualquier año, o con la pandemia de 1.918, el virus de la viruela que también hizo estragos, para que el ciudadano pueda comparar y tranquilizarse. Y no estoy en contra el aislamiento pero con criterios médicos, no políticos que, siempre, buscan arruinar al débil y al pobre.

Habría que informar de que hasta no hace tanto tiempo había vacunas de “virus vivos” por ejemplo en la Poliomielitis, que salvó muchas vidas aunque también provocó la enfermedad en algunos casos..

O las vacunas de virus atenuados que también producía enfermedad aunque salvaba todavía más vidas…hasta llegar a vacunas con antígenos que producían anticuerpos pero no la enfermedad.

Y esto es válido, porque antes de que lleguen las vacunas las personas estarán inmunizadas de forma natural, como siempre, quedando a los médicos establecer el diagnóstico y las medidas de soporte y tratamiento necesarios para mantener la vida.

Hoy (o ayer) escuchaba a una genia, investigadora del CSIC que explicó bien, aunque banalmente, la trayectoria del virus y decía que la vacuna podía tardar unos dos meses y   “estaban por demostrar por qué en algunas personas producía neumonía y en otras no”: La señora va camino del Premio Nobel. Porque su descubrimiento demostrará por qué en una intoxicación alimentaria que la ingieren 300 comensales, solo dos o tres quedan ingresados, por qué a pesar de la innegable relación entre el cáncer de pulmón y vejiga, por ejemplo, con el tabaco, hay mucha gente que fuma y no desarrolla estos canceres, etc. etc.

Es decir verdades a medias, que es la peor y más miserable de las mentiras, ofrecida por empesebrados y enchufados en la investigación, porque no podemos olvidar que se invierte poco, pero se nutre de personal enchufado…en el 90 %... ¿o más?.

Manuel Pérez.
Médico y Economista

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