Escuchar las tertulias radiofónicas y televisivas suponen una “tortura” social insufrible.
He hablado en alguna ocasión de que la responsabilidad , al menos histórica, de la crisis deriva de los 40 años de aislamiento de España. No se aprovechó el gran punto de inflexión que supuso la Gran Guerra y la creación de las Instituciones Mundiales, especialmente el Mercado Común, que ayudó a la recuperación de una parte (de nuestra zona) del planeta.
Pero no se puede mirar demasiado al pasado, entre otras cosas porque es inalterable y actualmente las causas hay que buscarlas en los que estamos viviendo. Los políticos, que son malisimos, no son la causa del problema sino la consecuencia.
Cuando oímos o leemos la opinión publicada que, posiblemente, tratan de crear una opinión publica, vía educación de los ciudadanos ( si no, que sentido tiene “gastar tanto dinero” en pagar a tanto “sabio”).
Todo el debate esta perfectamente enmarcado en una serie de conceptos, limitados en un marco estrecho por los de siempre, por los que mandan, que a fuerza de repetición han convertido en verdad una autentica mentira.
El Gasto, la Inversión, el Ahorro, el Empleo, los informes de solvencia, etc. son mentiras absolutas o, siendo generoso, verdades a medias, en la forma que se presenta a la ciudadania.
Es como hablar de arboles atacados por plagas dentro de un bosque que se “quema”: Mi duda está en si todo es programa, propaganda o publicidad, o si estamos en presencia de una constelación de sabios-idiotas que han invadido, cual extraterrestres, los órganos mas nobles de la convivencia humana.
Manuel Pérez.
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